Hasta el 28 de febrero, el Gobierno de la Ciudad ejecuta el “plan verano de repavimentación”, un conjunto de obras y mejoras en calles y avenidas de mayor flujo vehicular que, de acuerdo a los relevamientos, necesitan una intervención integral.
Los trabajos contemplan un espacio equivalente a más de 200 cuadras y se planifican de manera conjunta en enero y febrero para que tengan el menor impacto posible en la circulación general y en los vecinos de la Ciudad.
Las interrupciones diurnas y nocturnas ocasionadas en el tránsito son parciales y/o totales dependiendo la dimensión de los trabajos a realizar. Las calles y avenidas intervenidas están ubicadas en lugares estratégicos de la Ciudad, por lo que mejorarlas es fundamental para acelerar el tránsito en las 15 comunas porteñas.
Hay claros ejemplos como Juan B. Justo, en el corazón neurálgico de Buenos Aires, de circulación obligada en uno y otro sentido. O Corrientes, que desemboca en el Microcentro y alrededores. También Córdoba, una salida muy usada en hora pico para quienes diariamente buscan caminos alternativos hacia la zona norte. Y Rivadavia, una conexión directa desde Plaza de Mayor hacia Caballito, Flores, Florestas, Villa Luro y Liniers, entre otros barrios.
Dependiendo de la situación de cada cuadra y el tránsito que experimenta a diario se define el nivel de intervención que tiene. Desde repavimentaciones integrales y reemplazo de asfalto por placas de hormigón hasta nivelación de la carpeta y demarcación horizontal.
“Nuestra prioridad es garantizar la seguridad vial y peatonal para los vecinos porteños y quienes nos visitan a diario. Como sabemos que cada obra tiene un impacto en el día a día, buscamos acelerar durante el verano los trabajos de repavimentación, sobre todo en arterias de gran circulación”, expresó Ignacio Baistrocchi, titular de la cartera.